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viernes, 15 de abril de 2011

NO WAY TO TREAT A LADY (Stanley Myers)


NO WAY TO TREAT A LADY (1968)
Music composed And Conducted
By Stanley Myers















Tracklist :

1. The Miller of Dee (03:10)
2. Main Title (01:40)
3. Kate's Place (03:09)
4. Kate Comes On (02:30)
5. A Quiet Place (02:29)
Sung by The American Breed6. Alpert Memorial (02:05)
7. Nail Him (02:14)
8. Kate Comes On Stronger (02:29)
9. The Fifth Victim (01:26)
10. St. Matthew Fashion (02:30)
11. The Last Act (02:35)
12. End Titles (02:50)

Joya de la música de cine de finales de los años sesenta compuesta además por uno de sus valores más auténticos, personales y curiosamente infravalorados en la industria. Myers (1930 -1993) tuvo durante toda su carrera la facultad de trabajar en multitud de géneros -compuso cerca de sesenta bandas sonoras, siempre con acierto (suya es por ejemplo la colosal "Cavatina" de "El Cazador") pero nunca acabó de tener la suerte de triunfar en proyectos a la medida de sus habilidades
La que nos ocupa es una composición muy marcada por el estilo Pop imperante en aquellos años, pero también de un delicioso sonido orquestal que seduce desde sus primeros compases. Se abre el disco con una pieza de introducción misteriosa que incluye silbido y desemboca en un vals envolvente y a la vez sutil, en el que se van incorporando instrumentos ("The Miller Of Dee"). Los títulos principales ("Main Title") están interpretados en una preciosa combinación de voces y piano, luego recuperada en los títulos finales ("End Titles") Hay cortes de lo más variados: Romanticos y deliciosamente melódicos ("Kate Comes On" y su variable "Kate Comes On Stronger") , mientras que en contraste hay una serie de piezas mucho más oscuras y dramáticas como "Nail Him" o "The Last Act" que establecen una serie de temas nerviosos, muy descriptivos e inquietantes Los bloques más diegéticos tienen un aire "Sixty" total, con uso de órgano electrico, guitarras, baterías ("Katte´s Place") o un órgano de iglesia que recuerda al grupo Procol Harum ("St Matthew Fashion").
Un disco que lamentablemente duerme el sueño de los justos, y que merecería ser reeditado en honor de la obra de un compositor al que "La suerte y al fama" nunca acabaron de acompañar del todo


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