02. The Chase (02:06)
03. Regimental March (02:06)
04. River Ccrossing (04:47)
05. Scouting (01:03)
06. The Hunt (02:31)
07. Stand to (01:45)
08. Error (01:59)
09. Escape (01:31)
10. Zulus (02:30)
11. Men of Harlech (02:21)
12. More Zulus (04:28)
13. Glory (02:29)
14. Formation (02:34)
15. Into Battle (01:14)
16. Isandhlawana, Part 1 (02:13)
17. Isandhlwana, Part 2 (02:24)
18. Durnford (01:40)
19. Saving the Colors (03:48)
20. Aftermath (02:09)
Regresamos a Elmer Bernstein, esta vez para adentrarnos en su magnífica partitura para Zulu Dawn ("Amanecer Zulú", 1979), una película dirigida por Douglas Hickox. Este film funcionaba como una precuela del clásico Zulu (Cy Endfield, 1964) y narraba la trágica batalla de Isandlwana, donde las fuerzas británicas sufrieron una derrota completa a manos del ejército zulú. Aunque la película es bastante notable —con un reparto impresionante y una factura técnica impecable—, no logró alcanzar la fama ni el impacto de su antecesor.
En esta ocasión, Bernstein tomó el relevo de John Barry, cuya breve pero icónica banda sonora fue fundamental en la película original. La música que Bernstein compuso para Zulu Dawn adopta un enfoque claramente distinto: en ningún momento intenta imitar a Barry. De hecho, esta partitura pertenece a una etapa gloriosa de su carrera, cuando regresó con fuerza al sinfonismo tras una década —los años setenta— en la que trabajó en proyectos quizás menores. Sin duda, fue uno de los grandes beneficiados del renacer sinfónico impulsado por el éxito de Star Wars y el estilo orquestal de John Williams.
La partitura es, en mi opinión, sencillamente magnífica. Con orquestaciones memorables de Christopher Palmer (quien embellecía toda obra en la que participaba) e interpretada por la Royal Philharmonic Orchestra, esta banda sonora se erige como una de las grandes joyas del maestro.
Destaca por su uso de una orquesta sinfónica completa, con metales, cuerdas y percusión que evocan tanto el poder imponente del Imperio Británico como la energía vibrante del continente africano. Bernstein establece una contraposición brillante entre temas marciales británicos y ritmos tribales zulúes, logrando evitar caer en estereotipos y resaltando el profundo trasfondo cultural del conflicto.
Editada primeramente en un LP y posteriormente en dos ediciones en Compacto, el CD se abre con el breve tema “Morning”, con un destello de percusión que sugiere la calma de un amanecer africano....Es un corte muy "Bernstein", inmediatamente después, aparece “The Chase”, con tambores resonantes y un coro que imita las voces zulúes, aportando una gran intensidad. El “Main Title” establece el tono solemne del film con una mezcla imponente de coros y percusión. Temas como “The Chase” y “Final Attack” brillan por su dinamismo, capturando con gran eficacia la energía de las escenas de combate. Bernstein demuestra aquí su maestría para traducir el ritmo visual en un lenguaje musical envolvente.
Es un CD apoteósico donde también encontramos pasajes de carácter marcadamente patriótico, como “Regimental March” o el espléndido “River Crossing”, que inicia como una marcha vibrante y desemboca en una versión heroica del tema principal: uno de los momentos más destacados de toda la obra y un corte inolvidable también en la película. Otros cortes muy notables son “Escape”, que transmite el terror y la desesperación de la huida, desembocando en el enfrentamiento devastador de “Zulus”. Luego viene “More Zulus”, con una acción aún más vertiginosa e implacable, pero también con un destello de heroísmo y giros rítmicos electrizantes. “Formation” es otra poderosa pieza de batalla, con un coro masculino sin palabras que aporta una inmensa gravedad. Finalmente, el disco cierra con “Aftermath”, un lamento profundo hacia la muerte.
Como ya comenté, es una de las grandes obras maestras de Bernstein, y la partitura mantiene un nivel sobresaliente de principio a fin, consolidándose como una de las mejores del género de acción y aventura de finales de la década de los setenta.